martes

Un pensamiento

No es raro que muchas esposas sospechen de la mujer de la cabeza de piedra. Su imagen se les mete en la cabeza como un trozo de carbonilla en el ojo. Su recuerdo parece esculpir dentro de su pensamiento.

Es más que celos, o menos. La mujer de la cabeza de piedra pasa de anécdota a preocupación y de amenaza a obsesión en la triste  imaginación de las esposas. 

Lo que casi siempre acaba en caos no es más, en su origen, que un pensamiento demasiado pesado para llevarlo encima.


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