martes
lunes
sábado
Voluntad
No tener labios no debía de ser un problema importante si se tiene voluntad.
La mujer de la cabeza de piedra tardó muchos años y muchos amantes en darse cuenta de que no tenía voluntad.
viernes
El mundo de los sueños
Libre de su propio peso, en el mundo de los sueños la mujer de la cabeza de piedra se pierde entre la felicidad de la roca y la humildad del pecado.
jueves
Ser recordado
La mujer de la cabeza de piedra supo que hablaba con la mujer del dependiente.
— ¿Quién es usted?— Verá —la mujer del dependiente dudó un instante— esto no es fácil para mí...— ¿Ha encontrado mi nombre en el bolsillo de su marido?
La mujer del dependiente se sintió tristemente aliviada.
— Sí, escrito en un papelito azul claro con una letra redonda, muy bonita.
La mujer del dependiente aún estuvo un rato dándole detalles sobre la nota.
— Reconozco la nota, al que no recuerdo es a su marido.
La mujer dudó, a pesar de que la voz de Matilde era cálida y la invitaba a contarle todo.
— ¿No recuerda a mi marido?— Quizás no merezca ser recordado.
domingo
sábado
Un grado de distanciamiento
La mujer de la cabeza de piedra duerme de forma ligera. A veces le basta un susurro o una mirada para despertar.
Las parejas de cama de la mujer de cabeza de piedra deben ser discretas, ligeras y con un grado de distanciamiento.
viernes
La mejor parte
jueves
Una piedra con siete vidas
Puede sobrevivir largo tiempo a la erosión, pero de forma imperceptible su cabeza se va reduciendo hasta convertirse en arena de playa.
Cuando esto ocurre, la mujer de la cabeza de piedra pasa a ser la mujer de la cabeza de arena.
miércoles
Resquicios
La mujer del dependiente encontró un resquicio a su vida en el papelito que encontró en el bolsillo de la chaqueta de su marido. No dijo nada. Lo escondió en un bote y durante varios días lo leía a escondidas.
Al tercer día llamó al número escrito en el papel.
La mujer del dependiente sintió un latigazo en su vientre cuando oyó la voz profunda y quebrada de la mujer de piedra.
martes
Papel satinado
Ya en su primer encuentro el dependiente la envolvió como si ella fuera una corbata en su cajita y él un rollo de papel satinado.
lunes
domingo
Esa misma tarde
En unos grandes almacenes conoció a un hombre, un dependiente de la sección de complementos de caballero, que la miró con recelo. La mujer de la cabeza de piedra tuvo que inventar una historia muy elaborada y poco creíble que le permitiera comprarle varias corbatas.
A la octava corbata le deslizó un papel doblado con su número de teléfono en el bolsillo de su americana.
La esposa del dependiente tardó más de dos semanas en encontrar el papel de la mujer de la cabeza de piedra.
Esa misma tarde él la llamó.
Olvido
Pier Matteo d' Amelia era un artista cercano a la familia Geraldini de Amelia. El papa Sixto IV se alojó en el Palacio Geraldini del Borgo en 1476, y probablemente fue a raíz de esto que Pier Matteo fuera llamado a Roma para decorar el techo de la recién reconstruida capilla.
Un dibujo (siglo XVI) del techo, que ahora se encuentra en la Galería Uffizi de Florencia, muestra que los frescos representaban un cielo estrellado y los registra como obra de Pier Matteo d' Amelia.
También registra que Miguel Ángel los reemplazó posteriormente entre 1508 y 1512.
Los frescos de Pier Matteo debieron de ser ejecutados poco antes de que comenzaran las obras de decoración de las paredes de la capilla en 1481.
sábado
viernes
Ideas sueltas (Cabeza de piedra)
Era frecuente que en primavera o si visitaba lugares húmedos aparecieran en la parte posterior de su cabeza pequeños insectos, arañas y caracolillos graciosos que se podían confundir con ideas sueltas o cabellos rebeldes.
*Pueden encontrar estos pensamientos en estudios de entomología y en manuales de peluquería.
Cabeza de piedra vende libros
La mujer de la cabeza de piedra vendía libros a domicilio. Se trataba de libros que robaba de librerías, bibliotecas o de otras casas donde trataba de vender otros libros.
Casi nadie abría la puerta a la mujer de la cabeza de piedra. Tan solo ancianas solitarias, hombres de mediana edad solitarios y curiosos solitarios.
Los solitarios era su nicho de compradores, era un nicho abundante, sólo tenía que ser paciente y echarse un poquito a un lado cuando los curiosos miraban por la mirilla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)