¿Quién nos manda ser yo? ¿Qué necesidad tenemos de ser yo todo el rato? Ser yo todo el rato es como una condena a cadena perpetua.
Como vivir en una habitación con una ventana única que da siempre al mismo paisaje interior, de donde sale un olor a coles hervidas.
Juan José Millás, El bulto en la ingle
No hay comentarios:
Publicar un comentario